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El águila no es el mejor símbolo de liderazgo

El águila siempre fue usado como referencia en liderazgo. Tal vez el motivo sea por sus varias competencias, pero indispone del ingrediente más importante de un líder. Vamos a discutir esto juntos en el texto de hoy.

El águila es cazadora, no espera que las cosas sucedan, sino que actúa y busca sus recursos fundamentales todos los días. Debido a su visión de largo alcance, ella se puede programar con eficiencia para el ataque y conseguir el resultado deseado.

El águila no se limita al medio vuelo, pero despega y se mantiene por encima de la mayoría de las aves. Este comportamiento revela su coraje y verdadera resistencia, no aquella falsa promovida por oradores motivacionales que enseñan que ella se renueva en su media edad a través de la automutilación.

Sin duda, por todas esas características y muchas otras, el águila es una fuente de inspiración y belleza. Mi intención no es disminuir lo que todo eso representa, sino “resignificar” su ejemplo cuando se habla de liderazgo.

Este ave dice mucho acerca de autosuficiencia, es imponente y extremadamente independiente. Sin embargo, me pregunto, ¿cuántos han llevado el águila?

Aunque existe una independencia muy grande por parte del águila, ese factor por sí solo no puede colocarla como referencia en liderazgo. Para ello, sería adecuado que ese pájaro fuera interdependiente, es decir, que hubiera liderado.

Un ejemplo verdadero de liderazgo son los gansos

Ellos vuelan siempre juntos y en formato “V” para que el primero cree una zona de menor resistencia del aire para los demás – y así se van turnando durante las largas trayectorias recorridas. Cuando un miembro del equipo está herido o enfermo, otro ganso se posa junto a éste y permanece con él hasta que ambos puedan regresar juntos a la banda.

Pero se podría destacar que “Ganso no vuelan tan alto como las águilas.” ¿Cuán divertido es hacer un vuelo en solitario sin la presencia constante de aquellos que más amamos?

La vida de un líder no es abnegada, aislada o alejada de los liderados; por el contrario, está siempre repleta de la presencia de personas importantes, que le ayudan a disminuir la resistencia, los obstáculos, del día a día.

Es interesante observar que la mayor parte de las virtudes de las águilas es de origen genético, como sus largas alas y sus ojos dotados de foco en largas distancias. Cuando ella resuelve tener resiliencia, es en beneficio propio. El águila construye su familia, pero no interactúa mucho con las demás.

Gansos no tienen los talentos genéticos de las águilas, así como el talento del liderazgo tampoco está descrito en el ADN. Ellos eligen vivir bien y en armonía con los demás porque aman estar juntos. Independientemente de la altura, su propósito es estar juntos.

No pienses sólo “yo”, pero “nosotros”

Los líderes saben que pueden crecer solos hasta un nivel. Cuando el propósito es noble, los dirigidos surgen para contribuir, pero sólo seguir a aquel que demuestra, por acciones, que vive el pronombre “nosotros” y no sólo el “YO”.

Al pensar en el auto-liderazgo o la independencia, recuerde el águila! Al pensar en liderazgo o interdependencia, recuerde los gansos! ¿Que tal? ¿Tiene sentido? Deje que su dictamen en los comentarios a continuación. Hasta.

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